Durante el discurso en ese acto, Petro subrayó que no se puede ocultar la importancia de este cargo en el país que está determinando, en mayor medida, los destinos de Colombia desde hace bastantes décadas.
«Usted es nuestro embajador para intentar variar cosas que no han funcionado bien», manifestó Petro e hizo referencia a un encuentro hoy con Laura Richardson, jefa del Comando Sur, donde conversaron sobre el fracaso de la política antidrogas.
«Yo creo que hay que llamarlo así, sin miedos, la política que se llamó ‘Guerra contra las drogas’, en tiempos de (Richard) Nixon para acá, ha fracasado», enfatizó Petro.
En tal sentido dijo que es un deber de su gobierno, ante Estados Unidos y el mundo, no solo decirlo, sino proponer alternativas «que no sean las de tener un millón de latinoamericanos más muertos; centenares de miles presos; millones de norteamericanos muertos por sobredosis; destrucción democrática y violencia por doquier».
Recalcó que Colombia es el producto de una historia que comienza por una conquista, de un pueblo ajeno a estas tierras, que lo ve como propio, y que termina produciendo -con otros pueblos del mundo-uno de los mayores desastres de la humanidad, que es el esclavismo.
«Y, entonces, parte de todo eso está hoy en nuestra sociedad, hace parte de nuestra sociedad. En un país tan bello como este, con una sociedad realmente construida sobre la base de unos coletazos de violencia mundial, y de violencia interna, terribles, profundos, depredadores», dijo Petro.
Añadió que sobre esa base viene la política antidrogas y las circunstancias contemporáneas con las que se desarrollan los sucesos dentro de la sociedad colombiana.
El cambio incluye transformar «la visión de los Estados Unidos sobre su conducta en Colombia, fracasada en mi opinión. Construir conjuntamente los terrenos de la paz, y de una democracia más sólida en todo el continente», enfatizó.
Comentó que le propuso a la general Richardson la construcción de una fuerza militar con helicópteros, pero destinada a apagar los fuegos de la selva amazónica, que es el principal problema de seguridad de la humanidad hoy.
«Y este tipo de temas, entonces, va configurando como una nueva agenda en las relaciones entre los dos países, cuyo responsable en el trámite cotidiano y diario es nuestro embajador Luis Gilberto Murillo, ante los Estados Unidos», subrayó.
Entonces, pues se inicia este capítulo, que yo creo que traerá muy buenas noticias, mucho fortalecimiento de la sociedad colombiana, y, sobre todo, fortalecimientos de la posibilidad de la paz en Colombia.
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