El ministro de Unificación, Kwon Young-se, hizo el planteamiento en un comunicado e indicó que muchas de las personas en esa situación son octogenarias o nonagenarias.
Según precisó, el tema debe solucionarse antes de que el término de «familias separadas» desaparezca y abogó porque Seúl y Pyongyang definan “medidas rápidas y fundamentales”, y empleen todos los métodos disponibles con ese fin.
Consideró insuficiente los contactos intermitentes que acercan a un número pequeño de seres queridos, tras manifestar la disposición del Sur a conversar al respecto con el Norte sin importar fecha, lugar o formato.
Tras la primera cumbre entre sus líderes en el 2000, las dos Coreas permitieron una veintena de encuentros familiares.
Algunos de los más recientes tuvieron lugar entre 2018 y 2019 como fruto de un proceso de acercamiento entre Seúl y Pyongyang, que además permitió entonces abordar diversas cuestiones de interés mutuo y con consensos favorecedores para normalizar sus vínculos, avanzar hacia la desnuclearización y la paz de la península.
Según estimaciones, hay al menos 43 mil 746 personas, muchos de ellos ancianos mayores de 70 años, en espera de ver a sus seres queridos.
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