Durante una rueda de prensa, recordó que Grecia fue una de las primeras naciones en sugerir a la UE un tope común para las importaciones de gas natural: “hablamos de un tope de índice en la bolsa del TTF (Title Transfer Facility), y no solo en las importaciones rusas».
Según Mitsotakis, el precio actual del gas no tiene nada que ver con el precio en la bolsa y hay un amplio acuerdo sobre la imposición de los beneficios excesivos de las empresas.
En un contexto marcado por un incremento de los precios del combustible hasta ser diez veces más altos que hace dos años, Grecia aplica dos medidas fundamentales: ayudas a los consumidores y subvención a los costos, enumeró.
«Vamos a aumentar las ayudas a la calefacción en 300 millones de euros, y podemos reducir el precio del gasóleo para la calefacción en la primera fase, y así animar a los hogares a cambiar el gas natural por el gasóleo para calentar sus casas”, explicó el primer ministro.
En paralelo, habrá una subvención para el precio del gas natural y se espera que todos los países obtengan ganancias de los comerciantes, agregó.
Mitsotakis comentó además que la electricidad en Grecia es una de las más baratas de Europa, aunque los precios subieron considerablemente y se espera un invierno difícil.
Esta semana la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se pronunció a favor de imponer un tope al precio del gas ruso importado, pero varios ministros de la UE optaron por restringir también el costo de otros suministros del recurso.
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