Tal declaración la dio el exmilitar en una entrevista en el podcast cristiano Collab, reproducida este martes en redes sociales.
A los presentadores, Bolsonaro, de 67 años, afirmó que él no será el responsable de «salvar a Brasil», pero con la llegada de las elecciones, desea que Dios ilumine a todos los votantes, pues la decisión en las urnas puede marcar el futuro.
En tono pesimista, el gobernante insistió en que no tiene nada más que hacer si pierde la justa comicial.
«Si es la voluntad de Dios, yo sigo, si no voy, la gente pasa la banda y me voy a recoger. Porque a mi edad no tengo nada más que hacer aquí en la Tierra. Si acabo la mía, ese mi pasaje aquí por la política, el 31 de diciembre», refirió.
Una vez más mencionó valores como de la familia, Dios, patria y libertad.
Al referirse a ese último vocablo dio entender que tiene miedo caer preso de no ganar la votación, ante actos protagonizados durante sus cuatro años en el poder que no corresponden con su cargo.
Detalló que prefiere «morir luchando que sobrevivir en un presidio».
El exparacaidista deseó que todo salga bien el día de la votación e hizo hincapié en que su vida «no es fácil», pero, como abanderado del Partido Liberal, ambiciona la reelección para su gobierno.
Brasil está enfrascado en una tensa campaña electoral, que comenzó oficialmente el 16 de agosto, con una apreciable ventaja en las encuestas de opinión para el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, con un 46 por ciento de favoritismo frente al 31 de Bolsonaro.
Como candidato del Partido de los Trabajadores, Lula (2003-2011) aspira a un tercer mandato presidencial con la promesa de repetir los logros sociales entre las clases más vulnerables, así como reconstruir el país, como vaticina en casi todos sus discursos.
ro/ocs