La muestra inmersiva recorrió las ciudades de París, Dubái y Seúl antes de ser instalada en un céntrico y antiguo banco del barrio Tribeca, en el sur de Manhattan, con el objetivo de atraer a los jóvenes a este tipo de exhibición que trascienden como los museos del siglo XXI por su enorme atractivo debido al uso de las nuevas tecnologías.
Durante nueve meses, los visitantes podrán disfrutar del arte de Klimt, maestro de la pintura simbolista de los movimientos Art Nouveau y Secesión de Viena, y de Hundertwasser, también pintor austriaco y precursor del arte moderno, informaron los organizadores de la exposición.
Aspiran que las proyecciones de las pinturas en paredes, columnas, techos y suelos del edificio, acompañadas de música clásica y sonidos electrónicos, cautiven a las numerosas personas que ya no visitan museos y, sobre todo, a los milenian que habitan la populosa urbe de nueve millones de personas.
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