Según el ministro de Relaciones Exteriores es necesario apoyar todos los pasos que acerquen el fin de la crisis.
Debemos olvidarnos, dijo, de las medidas que solo conducen a una mayor escalada y agregó que, a partir de la política de sanciones, se vuelve cada vez más obvio que no funciona, pues los intentos de debilitar a los rusos pueden poner de rodillas a Europa, señaló.
Por otro lado, la portavoz del Gobierno magiar, Alexandra Sentkiraia, expresó recientemente que las sanciones resultaron ser un arma que disparó en la dirección opuesta, lo que empobreció a Europa y enriqueció a Rusia.
Además, según las encuestas de opinión, más del 70 por ciento de los húngaros cree que las sanciones contra Rusia perjudican a Europa, incluida Hungría.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa para desmilitarizar y desnazificar Ucrania, Occidente intensificó la presión de las sanciones sobre Moscú: se congelaron activos rusos por valor de cientos de miles de millones de dólares.
La Unión Europea ya adoptó siete paquetes de medidas restrictivas contra el gigante euroasiático, incluido un embargo sobre carbón y petróleo.
Pero todo esto afectó, en primer lugar, a los países europeos, que ya se enfrentaban a una inflación máxima, y ahora, a una crisis energética.
El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que la política de contención y debilitamiento de su país es una estrategia a largo plazo para Occidente, pero las sanciones han asestado un duro golpe a toda la economía mundial.
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