Al intervenir en una conferencia internacional sobre el uso de gas natural licuado (GNL), Szijjártó afirmó que Hungría no tiene la intención de cambiar la dirección geográfica de los suministros de combustible, destacó la televisión en esta capital.
La diversificación de las fuentes de energía y sus rutas de entrega implica no solo la búsqueda de nuevas, sino también el uso de viejas oportunidades, enfatizó el canciller.
De acuerdo con el titular de la Cancillería, los suministros de GNL al mercado europeo aún no podrán compensar las pérdidas por la reducción de las importaciones de gas ruso por las sanciones.
Según sus cálculos, en 2023 Europa debería recibir aproximadamente 50 mil millones de metros cúbicos menos de gas ruso que en años anteriores.
Las capacidades de las terminales para recibir GNL en Europa aún no permiten reponer tales volúmenes, afirmó el ministro, y agregó que la solución radica en la diversificación del abastecimiento del fluido y el mayor desarrollo de toda la estructura europea.
El gobierno húngaro ha enfatizado constantemente que considera a la empresa rusa Gazprom un socio confiable y tiene la intención de continuar cooperando con él.
Hungría recibe la mayor parte de su gas a través del gasoducto Turkish Stream y sus ramales en Bulgaria y Serbia.
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