De acuerdo con el organismo, se mantienen el encarecimiento de los recursos energéticos en el mercado global, el aumento de los costos de importación y la depreciación del yen como los principales factores que inciden en el mayor desbalance comercial de la nación asiática.
En medio del desfavorable contexto, las compras en el extranjero marcaron un crecimiento interanual del 49,9 por ciento (el más elevado desde 1979) y las exportaciones un 22,1 por ciento, precisó el informe.
Durante el mes fiscalizado, el valor de las importaciones de petróleo, realizadas principalmente desde los Emiratos Árabes Unidos, aumentaron un 90,3 por ciento.
También subieron las cifras relacionadas con la adquisición de gas natural licuado (2,4 veces) y carbón (3,4).
Asimismo, se incrementaron los envíos de automóviles, la venta de petróleo procesado y equipos de fabricación de semiconductores, aunque fue insuficiente para equilibrar la balanza.
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