En la vista que se extenderá hasta el venidero 30 de septiembre la fiscalía anticorrupción presentó testimonios que acreditan el lavado de dinero por parte de personas naturales y jurídicas, incluyendo exservidores gubernamentales, informes apoyados por asistencias jurídicas internacionales de Estados Unidos, Brasil, Suiza y Andorra.
De acuerdo con el Ministerio Público, la constructora brasileña y sus filiales a nivel mundial hicieron contrataciones onerosas con el Estado panameño y en otras jurisdicciones, y ejecutaron en el istmo importantes proyectos desde 2006.
También señalaron que se constituyeron sociedades anónimas en diferentes jurisdicciones, incluida Panamá, con el objetivo de transferir recursos financieros procedentes de actividades relacionadas con el soborno a servidores públicos y financiamiento de campañas políticas.
La fiscalía también hizo alusión a la creación de sociedades y la posterior apertura de cuentas bancarias a terceros o testaferros, que buscaban borrar las pistas sobre sus verdaderos propietarios o beneficiario final.
En ese sentido , quedó probado que Odebrecht creó una oficina denominada Departamento de Operaciones Estructuradas, que a su vez utilizó su software para gestionar la contabilidad de las compañías del grupo, pero sobre todo la contabilidad paralela en cuanto al movimiento ilícito relacionado con el pago de sobornos donde se realizaban obras.
Es así, según la fiscalía, como una de las sociedades identificadas es Constructora Internacional del Sur, la cual mantenía como beneficiario final a Olirio Rodríguez, identificado como uno de los miembros del Departamento de Operaciones Estructuradas.
Entre las centenares de páginas leídas la víspera se reiteró un tema de conocimiento público: que los hermanos Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli Linares –los dos hijos del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), ahora presos sen Estados Unidos, manejaron un entramado de sociedades para encubrir los sobornos que les dio la constructora, que luego fueron depositados en diversas cuentas bancarias.
Se leyó el testimonio de André Campo Rabello, principal ejecutivo de Odebrecht en Panamá, quien aseguró que los pagos realizados por la empresa a los hermanos Martinelli Linares eran por sus servicios de lobby, que permitía recibir beneficios del Estado a la constructora y, en consecuencia, sus proyectos en el país.
Algunas de la compañías que usaron los hermanos para esconder los sobornos eran Aragón Finance Corp., Ascona Management Group Corp., Diamond Investments Corp., Livorno International Ltd. y Waterspoon International Ltd, precisaron en la audiencia.
De otra parte, revelaron el esquema utilizado por Odrebrecht para aumentar los costos de importantes proyectos en materiales como el acero y se confeccionaban innecesarias adendas.
Estas acciones se realizaban con el visto bueno de funcionarios y empresas a cambio de un porcentaje de dinero.
De acuerdo con las evidencias mostradas, Odebrecht pagó en Panamá coimas por más de 50 millones de dólares.
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