“Siempre es preocupante escuchar a gente del pasado, como Francisco Figueroa, un dirigente expulsado de la organización y desconocido por las bases. Siempre ha estado vinculado con la derecha y ahora trabaja de la mano de logias del oriente, para atentar contra la organización matriz de los trabajadores”, declaró a la RPOs el exdirigente de la COB Octavio Urquizo.
Intervino Urquizo en el programa junto al líder gremial Wilfredo Mamani y el analista Gonzalo Zambrana, quienes coincidieron en la afirmación de que el propósito es dividir a la clase trabajadora y apoyar un nuevo golpe de Estado por instrucciones de élites separatistas como el Comité Pro Santa Cruz.
“La COB, a lo largo de su historia siempre fue contestataria y vinculada a hacer respetar los derechos de los trabajadores, hubo muchos intentos de dividir a la organización, pero la unidad y fuerza de la clase obrera primó ante todo”, recordó Urquizo al calificar de “aliado de grupos desestabilizadores” a Figueroa.
En representación de la Federación de Trabajadores Gremiales de la ciudad de El Alto, Mamani consideró a Figueroa un personaje nefasto, expulsado de esa organización.
Advirtió que se alió con oligarcas cruceños por intereses “netamente personales”, pues adeuda a Impuestos Nacionales más de 800 mil bolivianos (casi 115 mil dólares).
“Con ese objetivo usa a sus bases, no vamos a permitir que atente contra la institucionalidad de los trabajadores”, aseguró.
Zambrana, en tanto, comentó que Figueroa colaboró con el gobierno de facto de Jeanine Añez, por lo que no tiene ninguna potestad de hablar a nombre de los trabajadores, y menos generar divisionismo con grupos de choque.
Insistió en que no existe posibilidad alguna de que un personaje al que describió como “fascista” sustituya toda la historia de la COB.
Reafirmó que el objetivo de atentar contra la organización proviene de grupos separatistas con el gobernador cruceño, Fernando Camacho, a la cabeza junto al Comité Cívico de este departamento, movidos por intereses externos para desestabilizar y derrocar a un Gobierno democráticamente electo, como ocurrió en noviembre de 2019.
La máxima organización sindical de Bolivia fue fundada el 17 de abril de 1952 y desde entonces combatió dictaduras y encabezó batallas por reivindicaciones laborales.
jha/jpm