Ante el histórico palacio que acoge a la Asamblea Nacional (parlamento), en el corazón capitalino, se realizó bajo una pertinaz lluvia la ceremonia de promoción de las academias militares del país en la que prestaron juramento de fidelidad y compromiso los noveles garantes del escudo de la nación.
Tras la lectura del decreto oficial sobre el ascenso de los cadetes a suboficiales, el presidente de la República, Aleksandar Vucic, entregó pistolas a los más sobresalientes del curso.
Recordó que esta generación no conoce de las guerras y expresó su esperanza de que las futuras también sean liberadas de la carga pesada del pasado, aunque deben mantenerse alertas y conscientes de sus tareas en cualesquiera circunstancias.
Solo un ejército salido del pueblo y profundamente enraizado en su espíritu solidario pudo defender el país como lo hizo en la Primera y Segunda Guerra Mundial, y esta ceremonia expresa el respeto de los ciudadanos por esa determinación de los graduados de ser parte del sistema de defensa nacional, aseveró.
Vucic reiteró la posición del país de continuar su rumbo de neutralidad militar con paso mesurado y seguro, sin amenazas, miedos o inestabilidad para sus vecinos, aunque tiene muy en cuenta a todos los hombres dispuestos a vestir el uniforme o contribuir de alguna otra manera a la seguridad nacional.
A quienes hoy amenazan a Serbia y su pueblo les dijo que nunca entendieron su fuerza, resolución u determinación de proteger lo que es suyo y es por eso que a nadie cederá Kosovo y Metohija ni ninguna otra parte, ni siquiera una pulgada, de su territorio.
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