Según el portal R7, esa decisión aun debe ser refrendada por el pleno de la corte. Tal soporte será enviado a los estados de Río de Janeiro, Maranhão, Acre, Alagoas, Amazonas, Ceará, Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Pará, Piauí y Tocantins.
Entre las solicitudes aparecen el apoyo logístico, incluso en tierras indígenas. El TSE publicó un documento con la lista de todos los municipios que deben recibir el respaldo.
Las solicitudes aprobadas por el tribunal se envían al Ministerio de Defensa, órgano responsable de la planificación y ejecución de acciones emprendidas por las Fuerzas Armadas.
De Moraes abrió el 15 de septiembre el juicio en el pleno lamentando la escalada de violencia política a pocos días de las votaciones.
«Lamentablemente, estamos viendo acontecimientos de violencia física y verbal, fuera de los patrones de civilidad», comentó.
Aclaró que los contendientes no son enemigos. «Adversarios deben respetarse y jugar la regla del juego, que en el caso electoral es la legislación electiva y la Constitución. Es un momento importante para lograr llegar al 2 de octubre con serenidad y tranquilidad», subrayó.
Un estudio de la Red de Acción Política por la Sostenibilidad y el Fórum Brasileño de Seguridad Pública reveló recientemente que el 67,5 por ciento de los brasileños teme ser agredido de manera física por su elección política o partidista.
De acuerdo con la investigación, que entrevistó a dos mil 100 personas entre el 3 y 13 de agosto en 130 municipios, también un 3,2 por ciento admitió que durante el último mes sufrió amenazas por razones políticas.
Hace cuatro años, asesinatos, amenazas y ofensas marcaron la justa comicial y, desde entonces, los casos vienen creciendo a medida que se acerca la disputa en las urnas.
En julio, por ejemplo, el policía penal federal Jorge Guaranho asesinó a tiros al guardia municipal y tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Marcelo Aloizio de Arruda, quien celebraba su 50 cumpleaños con imágenes del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en Foz do Iguaçu, municipio del sureño estado de Paraná.
De igual manera a principios de septiembre Benedito Cardoso dos Santos, simpatizante del PT, fue asesinado a puñaladas y machetazos por Rafael de Oliveira, partidario del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, tras una discusión política en la ciudad de Confresa, estado de Mato Grosso (centro-oeste).
Aspirante presidencial del PT y favorito para ganar el sufragio, Lula denunció que Brasil «camina hacia un salvajismo que nosotros hasta entonces no conocíamos».
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