En estos momentos no se está negociando nada con Estados Unidos, y no tengo ninguna esperanza de que vayan a iniciar a corto o mediana plazo, declaró la gobernante conservadora a los periodistas que la acompañaron en el avión que la trasladó a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.
El tratado de libre comercio con Washington fue una de las promesas que hizo el entonces primer ministro Boris Johnson al sacar al Reino Unido de la Unión Europea (UE) en 2020, mientras que Donald Trump, quien ocupaba la presidencia de Estados Unidos en ese momento, aseguró que Londres ocupaba en primer lugar en la cola.
Sin embargo, las perspectivas de lograr un acuerdo expedito se esfumaron al año siguiente, con la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, quien dio a entender que ese acuerdo no es una prioridad para su administración.
Al mandatario estadounidense también le preocupa que las amenazas de Londres de saltarse el protocolo que regula el comercio posbrexit entre el Reino Unido y la UE en Irlanda del Norte puedan poner en peligro los llamados Acuerdos de Viernes Santo, que en 1998 pusieron fin al sangriento conflicto entre republicanos y unionistas en esa provincia británica.
Truss, quien antes de sustituir al dimitente Johnson al frente del Gobierno el 6 de septiembre pasado fue canciller y ministra de Comercio Internacional, trató, sin embargo, de restarle importancia a la demora en conseguir el prometido tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Según la primera ministra, sus prioridades ahora son firmar un acuerdo comercial con la India, concretar el acceso pleno del Reino Unido al Acuerdo de Asociación Transpacífica y sellar un tratado con el Consejo de Cooperación del Golfo (Pérsico).
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