Las palabras del mandatario fueron pronunciadas durante una reunión con miembros de la facción parlamentaria del partido gobernante FIDES-Unión Civil Húngara.
En ella, el jefe de Gobierno señaló que en noviembre habrá una verdadera oportunidad política para revisar las penalidades impuestas contra Rusia por los hechos en Ucrania.
Por lo tanto, pidió a los miembros de su facción que hagan todo lo posible para garantizar que Europa levante estas sanciones a más tardar a finales de año.
El primer ministro enfatizó en que si se eliminan, los precios se reducirán inmediatamente a la mitad y la inflación disminuirá.
Orban expresó su confianza en que, sin sanciones, la economía europea se recuperará y evitará la amenaza de una recesión.
Según el primer ministro, cuando se introdujeron estas a principios del verano, los burócratas de la UE prometieron que afectaría a Rusia, no a la gente de Europa, pero desde entonces quedó claro que hacen más daño al continente que al país euroasiático.
Varias naciones occidentales activaron sanciones contra Moscú después de que el gobierno ruso reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara dicha operación ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis y el Ejército de Kiev.
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