Los mandatarios celebraron un encuentro bilateral al margen del 77 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aunque con carácter “informal”, dijo el secretario en jefe del Gabinete nipón, Hirokazu Matsuno, en conferencia de prensa.
Durante el intercambio de unos 30 minutos, las partes compartieron opiniones sobre la necesidad de volver “sanas, amistosas y cooperativas” las relaciones Japón-República de Corea, comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
De acuerdo con el informe oficial, los líderes políticos aseguraron que trabajarán para acelerar las consultas en curso entre sus respectivas autoridades diplomáticas.
Kishida y Yoon abordaron también la importancia de la cooperación estratégica de ambos gobiernos con Estados Unidos.
La tensión en los vínculos entre Japón y Surcorea tiene su raíz histórica en la colonización nipona de la península coreana desde 1910 hasta 1945.
En ese periodo hubo alrededor de 200 mil mujeres (en su mayoría coreanas) que fueron víctimas de la esclavitud sexual en los cuarteles de los militares japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque en 2015 los dos Estados acordaron finalizar el diferendo, los gobiernos de Seúl han insistido en el resarcimiento histórico para las víctimas de esa etapa colonial, que incluyen a las mujeres prostituidas y a los casi ocho millones de sus ciudadanos sometidos a trabajos forzosos.
Además, mantienen una disputa territorial centenaria por un archipiélago bajo control surcoreano que Seúl denomina Dokdo, mientras Tokio lo reconoce y reclama como Takeshima.
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