Según explicó Kwarteng en la Cámara de los Comunes, el llamado ´mini presupuesto´ incluye la mayor rebala de impuestos en medio siglo, y un paquete de ayuda energética que obligará al Estado a erogar 60 mil millones de libras esterlinas (67 mil millones de dólares) para costearlo durante los próximos seis meses.
Esta es la manera con la que revertiremos este círculo vicioso de estancamiento para convertirlo en un círculo virtuoso de crecimiento, aseveró el ministro, tras apuntar que se necesita “un nuevo enfoque para una nueva era”.
El plan económico de más de 30 medidas pasa por revertir el aumento del 1,25 por ciento en las contribuciones a la seguridad social que hacen mensualmente empleados y empleadores, y que comenzó a aplicarse en abril, para financiar la recuperación del Servicio Nacional de Salud luego de la pandemia de Covid-19.
También da marcha atrás al anunciado aumento de la tasa impositiva corporativa, la cual, dijo, se mantendrá en el 19 por ciento actual, y reduce otros tributos como los llamados derechos de timbre que se pagan por la compra de propiedades.
Kwarteng confirmó además la eliminación del límite a las bonificaciones que reciben los banqueros, y anunció que los turistas no tendrán que pagar el impuesto al valor agregado.
En el plano energético, reveló que la decisión del Gobierno de congelar el precio de la tarifa eléctrica para el sector residencial en dos mil 500 libras anuales, entregar una ayuda única de 400 libras (434 dólares) a los hogares británicos, y cubrir la mitad de la factura energética de las empresas costará alrededor de 67 mil millones de dólares al erario público.
El mini presupuesto anunciado este viernes por Kwarteng desató de inmediato una oleada de críticas desde la oposición política, que lo consideró diseñado exclusivamente para beneficiar a las personas de mayores ingresos y a las grandes corporaciones.
El ministro de Hacienda dejó bien claro cuáles son sus prioridades. No es un plan para el crecimiento, es un plan para premiar a los ricos, afirmó la diputada laborista Rachel Reeve, quien se desempeña como la contraparte de Kwarteng en el llamado gabinete a la sombra (opositor).
La legisladora también recalcó que el plan económico anunciado este viernes constituye una admisión tácita del fracaso de los últimos 12 años de gobiernos conservadores.
Los conservadores no pueden resolver la crisis del costo de la vida, los conservadores son la crisis del costo de la vida, remarcó Reeves.
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