Según trascendió, al cierre de la jornada de este viernes, la moneda británica se cotizaba a 1,091 dólares, su nivel más bajo desde 1985, año en que marcó su cota más baja de la historia (1,0520 dólares).
Los analistas atribuyeron la caída a la pérdida de confianza de los inversionistas en la tradicionalmente poderosa divisa al llamado mini presupuesto con el que Gobierno conservador pretende frenar la inflación galopante y la inminente recesión económica.
En su presentación este viernes ante el Parlamento, el ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, confirmó la promesa de campaña de la ahora primera ministra Liz Truss de reducir los impuestos, como una de las vías para estimular la inversión.
De acuerdo con lo anunciado por Kwarteng, el amplio recorte impositivo es el mayor realizado por un gobierno británico desde 1972, y está valorado en 45 mil millones de libras (unos 50 mil millones de dólares).
Aunque una reducción de impuestos siempre es bienvenida por los contribuyentes, la oposición política y varios centros de estudios económicos enseguida alertaron que la reforma beneficiará principalmente a las personas de mayores ingresos y a las grandes corporaciones.
La noticia de que la ayuda que se ofrecerá al sector residencial y a las empresas para enfrentar el alza de la tarifa energética costará más de 67 mil millones de dólares al erario público tampoco sentó muy bien en el mercado financiero, que temen un mayor endeudamiento del Estado.
mv/nm