La ceremonia conmemorativa inició a las 14:00, hora local, con la llegada de las cenizas del líder asesinado al recinto y el disparo de 19 balas de salva.
Luego del himno nacional, interpretado por la banda de la Fuerzas de Autodefensa, los participantes del homenaje guardaron un minuto silencio.
Durante el evento, el primer ministro, Fumio Kishida, lamentó la muerte del hombre que consideraba “una brújula para el futuro de Japón y del mundo”.
En su discurso, el mandatario destacó que fue testigo de los estudios y los esfuerzos de Abe en materia de seguridad, diplomacia, economía y seguridad social.
Asimismo, expresó su orgullo por haber contribuido a ampliar los horizontes de la diplomacia japonesa como titular de Asuntos Exteriores durante el último mandato del también exlíder del Partido Liberal Democrático.
Los asistentes al funeral, incluidos alrededor de 700 invitados extranjeros de más de 200 países y organizaciones internacionales, depositaron flores en el altar de Abe.
Entre los dignatarios reunidos en el Nippon Budokan estuvo el primer ministro cubano, Manuel Marrero, acompañado por la vicecanciller Josefina Vidal, el director de Asia y Oceanía del Ministerio de Relaciones Exteriores Alberto Blanco y el embajador en Tokio, Miguel Ángel Ramírez.
Las honras fúnebres organizadas por el gobierno nipón son las primeras de su tipo para un ex mandatario en 55 años, no exentas de polémicas a nivel nacional.
Abe murió el pasado 8 de julio, víctima de un atentado mientras pronunciaba un discurso de campaña electoral en la prefectura de Nara.
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