Según anunció Starmer en la conferencia anual de la organización política que tiene lugar en Liverpool, la compañía se llamaría Great British Energy (Gran Energía Británica), y se fundaría en el primer año de su gobierno.
Tras aclarar que no se nacionalizarían las restantes empresas del sector energético, el líder opositor dijo que la iniciativa forma parte del Plan de Prosperidad Renovable que implementarían los laboristas de llegar al poder en los comicios previstos para finales de 2024.
Un plan que convertirá al Reino Unido en una superpotencia de la energía ecológica, aseveró Starmer, quien agregó que el objetivo es conseguir que el 100 por ciento de la electricidad que se utilice en el país para 2030 sea generada a partir de fuentes renovables.
En otra parte de su discurso, el líder partidista arremetió contra el controvertido plan diseñado por el Gobierno conservador para estimular el crecimiento económico con una rebaja masiva de impuestos que provocó una caída estrepitosa de la libra esterlina el fin de semana pasado.
Afirmó que el Laborista es un partido económicamente responsable, por lo que solo recurriría, dijo, a los préstamos para inversiones cuando se trate de un interés nacional a largo plazo.
También prometió incrementar el personal del Servicio Nacional de Salud con el ingreso de siete mil 500 estudiantes adicionales cada año en la carrera de medicina, duplicar el número de enfermeras en cada distrito y la apertura de 10 mil plazas de enfermería extras.
Podemos lograr muchas cosas, recalcó Starmer, secundado por los aplausos de sus correligionarios, a quienes advirtió, no obstante, que los próximos dos años serán difíciles.
Los Tories (Conservadores) quieren un quinto mandato y no se detendrán ante nada para conseguirlo, remarcó.
De acuerdo con una encuesta de la firma YouGov, los laboristas lideran la intención de voto del electorado británico, con 17 puntos de ventaja sobre el partido gobernante.
Esa diferencia inédita para el laborismo estaría motivada por el rechazo de la población al recorte de impuesto anunciado por el Gobierno, al que sus detractores acusan de querer beneficiar a los sectores más ricos y a las grandes corporaciones.
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