Según reveló un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso, dicho guarismo descendió considerablemente en comparación con 1989, cuando la mitad más desfavorecida de los pobladores poseía el cuatro por ciento del patrimonio total de la nación.
Para la clase media y media alta (donde se concentran los hogares con el 50 y el 90 por ciento de la distribución de ingresos), su parte del pastel decreció de un tercio, hace tres décadas, al 26 por ciento en 2019, abundó el análisis citado por la cadena de noticias CBS News.
Por el contrario, el 10 por ciento superior de los perceptores de capital aumentó su participación, y ahora posee dos tercios de la riqueza total del país, con la mayoría de las ganancias concentradas en el uno por ciento de más arriba.
La fuente especificó que esto ilustra cómo los tres millones de personas que componen el uno por ciento más rico de los estadounidenses valen colectivamente más que los 291 millones que componen el 90 por ciento inferior.
Pese a que el patrimonio general de la nación se quintuplicó desde finales de la década de 1980, ese aumento no se traduce en un nivel de vida más alto para los más necesitados de Estados Unidos, según se desprende del reporte del Congreso solicitado por el senador por el estado de Vermont, Bernie Sanders.
“Vivimos en una sociedad en la que a la gente de arriba, la clase multimillonaria, le está yendo fenomenalmente bien, y la gente trabajadora se está quedando cada vez más rezagada”, dijo Sanders a la cadena noticiosa.
Remarcó que billones de dólares van al uno por ciento mientras la clase trabajadora y la clase media se empobrecen.
Acorde con el estudio, para la mitad más pobre del país, la riqueza se estancó entre 1989 y 2007 y se desplomó durante la Gran Recesión de 2008, que eliminó billones en capital inmobiliario.
Desde la caída de dicho mercado, el 25 por ciento más pobre también se ha endeudado cada vez más, apuntó igualmente el análisis.
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