El informe “Recuperación en una encrucijada: cómo los países gastaron los fondos Covid-19 de rescate”, de la Coalición para la Transparencia Financiera, fue divulgado aquí por la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd).
Precisa que el 38 por ciento de los fondos de recuperación de Covid-19 en 21 países en desarrollo sirvió para rescatar a grandes empresas en vez de dedicarse a acciones de protección social, a pequeñas empresas o a trabajadores informales.
“A pesar de la crisis del costo de vida, los gobiernos de los países en desarrollo, a menudo con las manos atadas por las instituciones financieras internacionales como el FMI, priorizan a las grandes empresas por delante de las personas”, declaró el director de la Coalición para la Transparencia Financiera, Matti Kohonen.
Según el experto, la prioridad dada a las grandes empresas incluyó préstamos (en Perú con intereses subsidiados por el Estado) y recortes de impuestos y excluyó a los más afectados por la pandemia, especialmente las mujeres y los trabajadores.
Agrega que en 2021 se gastó un tercio menos (hasta el 2,4 por ciento del PIB, en promedio) de dinero en comparación con 2020, debido al empeoramiento de la situación económica, pese a que las necesidades aumentaron.
Entre las consecuencias de la pandemia de Covid-19 y del alza del costo de vida, el informe prevé que solo este año entre 75 y 95 millones de personas caerán en la extrema pobreza, en la medida que la desigualdad aumentó, según las Naciones Unidas.
Además, el estudio advierte que el 85 por ciento de la población mundial vivirá el próximo año sometida a medidas de austeridad estrictas informales.
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