En un comunicado oficial , el ente regional, con sede en la capital de Nigeria, expresó que «condena en los términos más enérgicos la toma del poder por la fuerza que acaba de tener lugar este viernes 30 de septiembre de 2022 en Burkina Faso».
El bloque, conformado por quince países, calificó de inoportuno este nuevo golpe en un momento en que se lograron avances para un retorno metódico al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024.
Cedeao, puntualizó su oposición en torno a cualquier gobierno de facto o mantenimiento del poder por medios inconstitucionales y exigió «el respeto escrupuloso del calendario ya acordado con las Autoridades de Transición para un rápido retorno al orden constitucional en 2024», tema sobre el cual, los golpistas, no se han pronunciado hasta ahora. Criticó a cualquier institución, fuerza o grupo de personas que con actos impidan el retorno previsto o contribuyan al debilitamiento de la paz y la estabilidad en Burkina Faso y la región.
La madrugada del viernes un grupo de oficiales dirigidos por el capitán Ibrahim Traoré, protagonizó la toma del poder y sustituyó al presidente de turno, el también militar, Paul-Henri Sandaogo Damiba, inmediatamente procedieron al cierre de las fronteras, la suspensión de las garantías constitucionales, la disolución del Gobierno y de la Asamblea Legislativa de Transición.
Los golpistas expresaron ‘el continuo deterioro de la situación de seguridad’ en el país, como pretexto para deponer al mandatario.
Desde la mañana de este sábado se reanudó la circulación en los principales ejes de Uagadugú, no obstante, un importante dispositivo de seguridad rodea la televisión nacional, con camionetas, blindados y numerosos militares a pie o en moto, de acuerdo con reportes de prensa.
Damiba llegó al poder en enero con un golpe de Estado que había derrocado al presidente Roch Marc Christian Kaboré.
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