Rousseff ejerció su derecho en el colegio Santa Marcelina, en el barrio Sao Luiz, en la Región de Pampulha, y señaló que «esta es la elección más importante que estamos enfrentando desde la redemocratización. Mi expectativa es que la democracia gane».
Remarcó que «hablar de que la democracia gane es hablar de la victoria de Lula en la primera vuelta. Ahora, quiero decirles que somos luchadores. En las cuatro elecciones que ya ganamos, ganamos en el segundo turno. Nos enfrentaremos a cualquier resultado».
En la jornada, el exdirigente obrero votó en la escuela estadual João Firmino, en el barrio Asunción, en la región industrial ABC Paulista, y pidió paz para Brasil.
Después de ejercer su derecho, el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) besó el comprobante de votación.
En una conferencia de prensa en el lugar, afirmó que quiere cuidar de los habitantes. «No queremos más discordias, queremos un país que viva en paz».
El líder petista disputa la presidencia por sexta vez y es el primer candidato de una federación partidista (Brasil de la Esperanza).
Hace pocas horas, certificó que está en condiciones de recuperar Brasil y el pueblo tenga el derecho a ser nuevamente feliz.
«El país necesita recuperarse como institución, el país necesita recuperarse ante el mundo y Brasil necesita pedir perdón a 215 millones de brasileños por el descuido que se cometió contra el país y el pueblo en estos últimos cuatro años», declaró a periodistas.
Insistió en que el pueblo no merecía el sufrimiento al que fue sometido, sin citar al gobierno del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse como postulante del Partido Liberal.
Durante la conversación con comunicadores, Lula hizo un balance positivo de la campaña para la primera vuelta del sufragio y agradeció a las personas, a los artistas, a los aliados y a los demás involucrados.
Recordó que, en ninguna campaña que disputó, consiguió reunir una alianza con tantos partidos y evaluó que la coalición Brasil de la Esperanza hizo una acción proselitista extraordinaria.
Más de 156 millones de brasileños aptos para votar elegirán este domingo a su próximo presidente, en una contienda polarizada entre Lula, aspirante favorito en todas las encuestas de opinión para ganar este domingo, y Bolsonaro.
Serán electos en el pleito presidente y vicepresidente; gobernadores y vicegobernadores de los estados y del Distrito Federal; senadores, diputados federales y legisladores estaduales.
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