El acaudalado empresario, según el conteo oficial de votos, con 97, 59 por ciento de actas de la elección de ayer contabilizadas, alcanzó 23,58 por ciento de los votos emitidos, con una ventaja de apenas ocho décimos sobre su rival, el general retirado populista Daniel Urresti, que tiene 22,76 por ciento.
El virtual ganador ha cuestionado a los organismos electorales,, con argumentos que la prensa ve con escepticismo y con el aparente fin de alegar fraude si perdiera.
Urresti, por su parte reiteró hoy que aguarda el resultado final con serenidad, consideró difícil remontar la ligera ventaja de su rival y dijo que de ninguna manera impugnará lo que dictamine la Oficina Nacional de Procesos electorales.
De confirmarse oficialmente, el resultado, cualquiera de los dos que gane lo hará con la votación más baja para un alcalde de Lima fue en la historia y varias combinaciones de alianzas entre sus rivales hubieran alcanzado un porcentaje mayor.
Un comentarista de televisión hizo notar que quien gane, si bien tendrá por ley la mayoría de los concejales, por carecer de apoyo masivo estará expuesto a ser revocado mediante un referendo previsto por la ley que puede ser planteado tras el primer año de gestión del nuevo alcalde.
López Aliaga integra la secta católica Opus Dei, se proclama célibe y enamorado de la Virgen María y que practica el autoflagelamiento, una forma masoquista medieval de combatir la tentación del pecado.
Según la socióloga y analista política Lucía Alvites, la extrema derecha pretende convertir a la Municipalidad de Lima “en su nueva trinchera golpista”.
López Aliaga dice que ha dado un primer paso a lo que llama la recuperación del país, o sea el fin del gobierno del presidente Pedro Castillo, por lo cual que trabaja el Parlamento opositor.
Por el contrario, el jefe de Estado anunció que se reunirá con los nuevos o gobernadores regionales y alcaldes provinciales y distritales elegidas ayer y llamó a coordinar acciones para la población.
Entretanto, el partido Perú Libre, aliado de Castillo, quien fue su exitoso candidato presidencial en 2021, perdió presencia en todo el país, al igual que el partido neoliberal Fuerza Popular, cuya candidata, Keiko Fujimori, fue derrotada por Castillo, se abstuvo de participar para apoyar a López-Aliaga.
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