La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, comunicó que el mandatario se reunirá en Fort Myers con pequeños comerciantes y residentes afectados por la devastadora tormenta, y dialogará con los trabajadores que apoyan las labores de rescate y recuperación.
Asimismo, el gobernador del estado Ron DeSantis, y otros funcionarios, informarán al gobernante sobre la reacción de las autoridades locales ante la llegada del fenómeno climatológico, que ha sido objeto de críticas por parte de algunos pobladores al alegar demoras en las órdenes de evacuación.
A causa de los destrozos dejados por el fenómeno, que tocó tierra el pasado miércoles con categoría cuatro de cinco en la escala de Saffir-Simpson, Florida fue declarada como zona de desastre mayor por el presidente Joe Biden.
Debido a las carreteras inundadas y los puentes arrasados en esa región muchas personas permanecen aisladas allí, en medio de limitaciones con la telefonía celular y la falta de servicios básicos como agua, electricidad y también Internet.
Según Poweroutage.us, alrededor de 427 mil hogares y negocios en el territorio siguen sin electricidad, mientras se vaticina que restablecer la totalidad del servicio podría tomar varias semanas.
El director ejecutivo de Florida Power & Light Company, Eric Silagy, declaró que muchos residentes y empresas en los territorios afectados no volverán a estar conectados a la red durante «semanas o meses» debido al daño estructural causado por el huracán.
Además de las 104 muertes reportadas en Florida, se notificaron otras cuatro en Carolina del Norte, por donde también pasó el organismo tropical, con lo que la cifra de víctimas mortales asciende a 108.
Ian es considerado uno de los huracanes más fuertes que ha tocado tierra en la costa oeste de la península de Florida con vientos sostenidos de más de 240 kilómetros por horas y devastadoras inundaciones.
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