La entidad gubernamental catalogó al alza como “considerable”, y señaló que en un contexto de estancamiento de las ventas esta podría ser una posible señal de acumulación de bienes no deseada.
La institución estadounidense recordó que en julio las existencias mayoristas subieron un 0,6 por ciento, y refirió que aunque las de agosto estuvieron en línea con las expectativas de los analistas podría reducirse la demanda de los compradores a medida que incrementan las tasas de interés bancarias.
El Departamento de Comercio de la nación emitió sus declaraciones en medio de un contexto “acalorado” por las fuertes políticas monetarias restrictivas aplicadas por la Reserva Federal que podrían, resaltó la entidad, dañar la economía nacional el próximo año.
El Banco Central de Estados Unidos, como parte de su cruzada contra la persisten inflación en el país, subió en septiembre último sus tasas porcentuales en 75 puntos (la tercera alza consecutiva de ese tipo en el año) y anunció incrementos similares para lo que resta de 2022.
Analistas del sector detallaron que los inventarios constituyen una parte de referencia del producto interno bruto (PIB) y que una acumulación no deseada de estas existencias es mala para la economía.
Un escenario de este tipo reduce el incentivo para que las empresas soliciten más inventaros lo que, a su vez, socava la fabricación y el ritmo productivo, apuntaron los expertos.
Asimismo, los especialistas recordaron que una fuerte desaceleración en el ritmo de acumulación de inventarios, en relación con la tasa proyectada para el período enero-marzo, afectó al PIB el último trimestre.
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