La exhortación la hicieron los titulares del Interior, Medioambiente, Relaciones Intergubernamentales, y la líder de la bancada parlamentaria, Suella Braverman, Ranil Jayawardena, Nadhim Zahawi y Penny Mordaunt, respectivamente, en sendos artículos publicados en igual número de periódicos dominicales.
Quienes les hacen el juego a los laboristas para debilitar a la primera ministra están poniendo en grave peligro la posibilidad de una victoria conservadora en las próximas elecciones, aseveró Braverman en el tabloide The Sun.
El titular de Medioambiente envió un mensaje similar a los diputados de su partido, a quienes advirtió a través del Sunday Express que deben apoyar a Truss, porque de no hacerlo, el resultado será un gobierno laborista, apoyado por los independentistas escoceses y los liberales demócratas.
Zahawi recurrió, por su parte, a la edición dominical de el Mail para instar a sus correligionarios a trabajar con la gobernante, “no en contra de ella”, mientras que el llamado a la unidad de Mordaunt apareció en The Telegrapgh.
En todos los casos, los cuatro pesos pesados del Gobierno conservador tuvieron buen cuidado en recalcar el peligro de una derrota en los comicios previstos para finales de 2024.
Según los sondeos, la intención de voto a favor de los laboristas aumentó considerablemente después que Truss presentó su polémica rebaja de impuesto a finales de septiembre.
El plan fiscal de la gobernante que sustituyó al dimitente Boris Johnson hace cuatro semanas desestabilizó los mercados financieros, y provocó una caída récord de la libra esterlina que obligó al Banco de Inglaterra a intervenir para apuntarla.
El recorte de impuestos, que dispararía la deuda pública británica, fue duramente criticado no solo por amplios sectores de la población, sino también por muchos delegados al congreso anual del Partido Conservador celebrado la semana pasada en la ciudad de Birmingham.
Aunque el Gobierno dio marcha atrás a su decisión de reducir el monto del impuesto sobre la renta para las personas de mayores ingresos, se especula que Truss podría recortar los fondos públicos y los beneficios sociales para financiar su controvertido plan económico.
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