La determinación del ministro Pablo de Tarso Sanseverino, del TSE, abarca cualquier modalidad de la difusión (inserciones o bloque), bajo pena de multa de 50 mil reales (unos 10 mil dólares) por cada divulgación.
El fallo fue adoptado en el análisis de representación de la coalición Brasil de la Esperanza, de la fórmula electiva Lula y el candidato a vice, el exgobernador Gerardo Alckmin.
Según la alianza, se trata de propaganda irregular que intenta inculcar en el elector la falsa información de que Lula no sería inocente por medio del uso de términos como «corrupto y ladrón» para referirse al exgobernante.
De Tarso Sanseverino entendió que las expresiones fueron usadas de forma abusiva, en violación al principio constitucional de la presunción de inocencia, que se aplica a todos los ciudadanos.
«Resulta que, como se alega, la propaganda electoral impugnada es ilegal, pues atribuye al candidato a la conducta de corrupto y ladrón, no respetando la legislación electoral regente y la regla de tratamiento fundamentada en la garantía constitucional de la presunción de inocencia o no culpabilidad», explicó el juez.
En efecto, agregó, no podría la justicia especializada permitir que partidos políticos, coalición y los candidatos que participaron en la consulta en urnas dejaran de observar los derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos durante la exhibición de propaganda en el horario electoral gratuito en radio y televisión.
Para el magistrado, no puede recurrirse a «la libertad de expresión para realizar imputaciones que, en teoría, pueden caracterizar crimen de calumnia, injuria o difamación o que no observen la garantía constitucional de la presunción de inocencia».
Lula, candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) a la segunda vuelta de sufragio prevista para el 30 de octubre, prosigue este jueves con su campaña por el nordeste del gigante suramericano.
La página del PT indica que el exdirigente obrero continuará con su participación en caminatas y actos públicos en ciudades capitales como Aracaju (estado de Sergipe), Maceió (Alagoas) y Recife (Pernambuco).
El TSE confirmó que el expresidente ganó la primera vuelta del 2 de octubre, con un 48,43 por ciento de los votos, frente a Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal y alcanzó un 43,20.
Ninguno de los aspirantes al poder logró en ese primer turno la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece el código brasileño para ser electo.
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