En declaraciones a la emisora Radio Panamá el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marco Andrade, señaló que es preocupante la falta de voluntad del Ejecutivo y de empresarios privados para sentarse a conversar y encontrar soluciones a los problemas de hambre, miseria y desigualdad que enfrenta la población.
Andrade recordó que el pasado 13 de octubre los colectivos que integraron la primera fase de esas pláticas se quedaron esperando por los funcionarios en la ciudad de Penonomé, provincia de Coclé.
Luego llegó un comunicado de la Iglesia católica, que actúa como facilitadora de las negociaciones instaladas el 21 de julio, para posponer el inicio de la segunda fase para el 28 de octubre.
A nombre de Conusi, que integra la alianza Pueblo Unido por la Vida, protagonista de las manifestaciones contra el alto costo de la vida que paralizaron al país en julio último, rechazamos esa postura y si el 28 de octubre no se da el diálogo, adoptaremos decisiones sobre nuevas acciones en reclamo de justicia y equidad social, sentenció.
El líder sindical recordó que para la segunda etapa de esos intercambios se deben discutir temas estructurales como seguridad y soberanía alimentaria, pueblos originarios y derechos humanos y ambientales.
Además aprobaron reflexionar sobre vivienda y hábitat, infraestructura pública, educación, juventud y desarrollo aocial, salud, seguridad social, transporte y logística.
Reveló de otra parte que se han propuesto varios organismos para ser facilitadores de la mesa, pero aún están por definirse.
La víspera, el Ejecutivo emitió un comunicado en el que ratifica su compromiso con la continuidad del diálogo con las organizaciones sociales.
En ese texto se señala que el Gobierno será respetuoso de la propuesta de la Iglesia católica, que actúa como facilitadora de esas pláticas, para reiniciar la segunda fase de las conversaciones el venidero 28 de octubre en la ciudad de Penonomé, provincia de Coclé, donde comenzaron.
En ese mensaje se señala además que se deberá cumplir lo acordado en la instalación de la llamada mesa única de diálogo sobre la integración de todos los actores, para formular la metodología y su reglamentación, y para eso es decisiva la presencia del facilitador.
El propósito deberá ser continuar generando propuestas que contribuyan a delinear el camino para mejorar las condiciones sociales del país, agrega el documento.
Para los colectivos populares están en marcha maniobras destinadas a dilatar las pláticas, que han sido desconocidas incluso por el empresariado privado que se niega a participar.
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