Para unos es incómoda porque el éxito de las acciones contra las pandillas o maras deja sin argumentos a los que dudaban de su efectividad, algo que reconocen medios locales al valorar críticamente las acciones que se enmarcan dentro del plan general de seguridad adoptado por el Ejecutivo y arropado por el estado de excepción.
Mientras, otros que la apoyan se encuentran en la puerta para detener “los penales” porque no son pocos los que critican que el éxito de la medida fue logrado, en parte, con acciones que vulneran derechos reconocidos por la Constitución.
Entre esas disquisiciones se debate el país, aunque las encuestas, como la más reciente de Cid Gallup, indicaron que el 90 por ciento de los salvadoreños opinó que hay una disminución de la delincuencia, para dar un toque de apoyo a la política gubernamental.
Ese muestreo encontró que nueve de cada 10 consultados sobre el tema opinó que hay una disminución del delito en los últimos meses y luego de la vigencia del estado de excepción prorrogado la semana última a pedido del gobierno.
La encuestadora mostró que el éxito de la batalla contra la delincuencia se nota y existe un consenso en que el crimen retrocedió en los últimos meses, opinión generalizada e independiente de cualquier variable sociodemográfica o partido político de preferencia.
Los golpes contra el crimen organizado, por otra parte, ponen al descubierto la magnitud del problema que además de criminal, amenazaba con tomar otros derroteros, incluso extenderse a otros países como Siria y Marruecos, según divulgó la policía esta semana.
La víspera, la Policía Nacional Civil (PNC) ocupó armas como un fusil M16, una subametralladora UZI, un fusil A2 con mira telescópica y abundantes municiones en Soyapango, un municipio y ciudad de El Salvador, ubicado al centro del departamento y Área Metropolitana de San Salvador.
El hallazgo de armas con mira telescópica recuerda a algunos que meses atrás fuentes hablaban de planes de magnicidio, tema que incluso instigaron en redes sociales.
Nuestros equipos localizaron armas que eran utilizadas por terroristas para asesinar y atemorizar a los salvadoreños, publicó la policial en Twitter.
En tanto, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas expresó su preocupación por el impacto del actual régimen de excepción en El Salvador en las libertades fundamentales, especialmente en cuestiones como las “limitaciones en la práctica al trabajo de los defensores de derechos humanos”.
Por otra parte, estudios de universidades locales plantean que el régimen de excepción “sigue gozando del apoyo social mayoritario”, aunque la aceptación disminuyó entre la población.
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