En su alocución, pronunciada en la sede del Comité Nacional Demócrata en Washington, el mandatario afirmó que si bien todo el mundo pretende que sea un referéndum, en realidad estos comicios son “una elección entre dos visiones muy diferentes de Estados Unidos”.
Promocionó entonces la Ley para la Reducción de la Inflación, con la cual se busca disminuir el costo de los medicamentos recetados y las primas de atención médica, y remarcó cómo la norma obtuvo ni un solo voto conservador.
Asimismo, prometió que de mantener la supremacía en el Congreso, los liberales protegerían las prerrogativas reproductivas y el derecho al voto, aunque estos no han podido codificar aún ninguna de esas dos cuestiones hasta la fecha.
En referencia a la inflación, argumentó haber heredado una economía en apuros, y que gracias a su agenda se logró una fuerte disminución del desempleo y un impulso en las pequeñas empresas.
Igualmente dijo que, de ganar la mayoría en las legislaturas bicamerales, los esfuerzos del Partido Republicano buscarían la manera de bloquear su plan para perdonar la deuda de préstamos estudiantiles de millones de estadounidenses y limitarían los gastos asociados al seguro social.
“Esa es una política de goteo mega-MAGA en extremo”, dijo Biden, refiriéndose a los republicanos que se identifican con el eslogan de Make America Great Again o Haz a América grande otra vez y son seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021).
El discurso de Biden tiene lugar cuando las aspiraciones del Partido Demócrata para lograr controlar al menos una de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos se difuminan, a juzgar por el resultado de las encuestas.
Según una pesquisa de ABC News/Ipsos, por ejemplo, los votantes confían más en la gestión de los conservadores que en los liberales en temas importantes, incluida la economía.
Las elecciones de medio mandato, que en esta ocasión se celebrarán el próximo 8 de noviembre, suelen funcionar como un referéndum a la administración de turno.
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