El ministro Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), rechazó el sábado la primera solicitud del Procurador General de la República, Augusto Aras, que ve riesgo de censura en partes de la disposición aprobada el 20 de octubre por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Aras apeló ayer la decisión de Fachin y reiteró el entendimiento de que el nuevo fallo promueve «censura previa».
Después de la liberación rápida por el ponente, la presidenta del STF, Rosa Weber, decidió fijar para este martes una sesión extraordinaria del pleno virtual, duración 24 horas, para juzgar el agravio de la Fiscalía General.
La resolución del TSE fue aprobada por unanimidad y amplía el poder policial del tribunal para, por ejemplo, derribar contenidos en sitios digitales y perfiles en redes sociales que repliquen contenidos ya juzgados falsos por la Justicia Electoral.
El texto es un intento del TSE de controlar la propagación de informaciones falsas o descontextualizadas, que pretendan influenciar el proceso electoral y la carrera presidencial.
Según el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, las denuncias sobre informaciones falsas recibidas por las principales plataformas aumentaron mil 600 por ciento en la segunda vuelta de sufragio, prevista para el 30 de octubre.
Para la Fiscalía General, los poderes previstos en la norma son ineficaces para controlar la diseminación de informaciones falsas en internet, al mismo tiempo que representarían «innegable limitación de la libertad de expresión», violando la Constitución.
Fachin rechazó el argumento, al afirmar que la libertad de expresión no puede ser utilizada para, por ejemplo, atacar la propia democracia.
«La libertad de expresión no puede ser ejercida a partir de mentiras y realidad no compartible, pues así se constituye en óbice al derecho colectivo e individual de terceros a la información verdadera», escribió el magistrado.
El juzgado electoral confirmó que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores, ganó la primera vuelta del 2 de octubre, con un 48,43 por ciento de los votos, frente al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal y alcanzó un 43,20.
Como ninguno de los aspirantes al poder logró en ese primer turno la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece el código brasileño para ser electo, disputarán un segundo pleito en urnas el próximo domingo. jcm/ocs