Invitada a participar en la reunión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en Argentina, Barnett explicó que la firma de negocios con capital foráneo se dificultó mucho en la última década, sobre todo desde el inicio de la pandemia por la Covid-19, en 2020.
Abundó que para el progreso de los 15 países miembros de ese bloque integracionista es fundamental la inversión extranjera, la revitalización del ámbito privado nacional y la creación de un entorno empresarial facilitador, publicó el sitio digital Caricom Hoy.
La dirigente caribeña refirió que la transformación en secciones clave, como las tecnologías de la información y las comunicaciones, precisa el acceso a financiamiento, a recursos humanos capacitados, un marco regulatorio apropiado y políticas de inclusión social.
Al respecto, apuntó que aunque la Comunidad -con sede en Guyana- trabaja en la estrategia regional de desarrollo digital, los Gobiernos son conscientes de las diferencias entre sus países en el camino hacia esa evolución.
No obstante, puntualizó que los Estados avanzan en proyectos de prestación de servicios en línea del sector público, infraestructura y agricultura digitales, pagos en línea, legislación y políticas, apoyo a la rama educativa y otros.
Más adelante, Barnett se refirió en la reunión de la Cepal, que concluyó este miércoles, a la transición energética como una estrategia de resiliencia, soberanía y desarrollo a más largo plazo.
Puntualizó que la región requiere alrededor de 20 mil millones de dólares para revitalizar y modernizar su matriz energética y explicó que la mayoría de los sistemas de generación de corriente eléctrica dependen del petróleo y sus derivados importados, sujetos a la volatilidad de los mercados mundiales.
La Secretaria abundó que con el apoyo de instituciones regionales como el Centro Caribeño de Energía Renovable y Eficiencia Energética y socios internacionales, se dan los primeros pasos en el campo de la energía sostenible, sobre todo en materia de política, información y desarrollo de capacidades.
Se refirió, además, a la pretensión del Caribe de atraer inversiones para el sector agrícola, teniendo en cuenta que hoy la región importa alimentos por un valor aproximado de seis mil millones de dólares cada año.
El objetivo es aumentar la productividad, el valor agregado y el comercio; apoyar la digitalización de esa rama mediante el comercio electrónico y la adopción de tecnologías de punta para responder a los riesgos asociados con el cambio climático.
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