El portal G1 asegura que tal pedido emergió durante el saludo a peregrinos en la audiencia general en la plaza de San Pedro en el Vaticano. Según el sitio, el santo padre no habló directamente sobre la justa comicial en el gigante suramericano.
Recientemente, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) advirtió sobre el aumento de la intolerancia, tras bolsonaristas (partidarios del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro) interrumpieran las misas bajo el argumento de que los religiosos supuestamente piden votos o defienden temas que consideran alineados a la izquierda.
El 12 de octubre, Día de la Patrona, un sacerdote fue abucheado por bolsonaristas durante una misa. El exmilitar visitaba el Santuario de Aparecida.
También el padre Camilo Junior elogió en la oportunidad a los fieles que fueron a Aparecida: «Hoy no es día de pedir voto; es día de pedir bendición».
CNBB llegó a divulgar una nota lamentando lo que llamó «intensificación de la explotación de la fe y de la religión como camino para recaudar votos en la segunda vuelta».
En la audiencia general, el Papa saludó a peregrinos de lengua portuguesa, especialmente fieles de Salvador (capital del estado de Bahía (nordeste), Anicuns (municipio del interior de la división territorial de Goiás (centro-oeste), Taubaté (distrito paulista) y Sao Paulo, presentes en el Vaticano.
Brasil registró en los dos meses previos a la primera vuelta de votación del 2 de octubre, dos casos diarios de violencia política, según reveló recientemente un informe de las organizaciones no gubernamentales Tierra de Derechos y Justicia Global.
La segunda edición de la investigación aseguró que esa cifra resulta casi la misma cantidad que el total de los siete primeros meses del año.
El estudio indica que del 1 de agosto al 2 de octubre hubo en total 121 casos, entre homicidios, embestidas, intimidaciones o acometidas (físicas o verbales).
Para la pesquisa, se tuvo en cuenta la violencia contra funcionarios electos, candidatos u otras personas que ejercen funciones afines con la política.
Abanderado del Partido de los Trabajadores, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó el primer turno de referendo con un 48,43 por ciento de los votos, frente a Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal y alcanzó un 43,20. Ninguno de los aspirantes al poder logró en ese primer pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece el código brasileño para ser electo.
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