Al recibir a una delegación chipriota, el mandatario libanés consideró que los dos Estados no necesitan de un mediador para resolver la situación, “porque somos países vecinos y amigos”, subrayó.
El jefe de Estado enfatizó que la relación bilateral facilitará la tarea de despejar las contradicciones en beneficio de los dos países.
Por la parte libanesa, el vicepresidente del parlamento, Elias Bou Saab manifestó que con Chipre es posible cooperar y aprovechar su experiencia y en ese sentido, destacó el comienzo de las conversaciones.
El diputado explicó que hay otros puntos que permanecerán pendientes, especialmente los relacionados con las fronteras entre Líbano y Siria en el norte.
Sobre este tema, Bou Saab indicó que acordaron con la representación chipriota no definir las fronteras de ese lado hasta tener comunicación con Damasco.
En el tema económico y los campos hay un trabajo separado entre los dos ministerios, aseguró el vicetitular del legislativo al dar la bienvenida a la delegación de Chipre, “que llegó con una mente abierta y una intención clara de solucionar este archivo”.
Del lado chipriota, el enviado presidencial especial Tasos Tzionis resaltó el carácter amistoso y constructivo en la delimitación marítima, al tiempo que mostró su optimismo sobre la conclusión del expediente a favor de los dos países y la posibilidad de explorar en el mar.
“Actualmente, Líbano necesita esto más que nosotros y esperamos llegar a nuevos acuerdos que faciliten más la cooperación entre nosotros”, sentenció.
Líbano y Chipre firmaron en 2007 un tratado de límite marítimo de equidistancia, el cual no está en vigor.
Según enfatizó el mandatario Michel Aoun, después de la demarcación de la zona económica en el mar sur con Tel Aviv, Líbano iniciaría un proceso de actualización de sus fronteras con naciones vecinas como Chipre y Siria.
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