Lula, abanderado del Partido de los Trabajadores (PT), encabezará desde la 16:00, hora local, la llamada Caminata de la Victoria por la simbólica Avenida Paulista en la región central de Sao Paulo.
Junto al edificio del Museo de Arte de Sao Paulo, la marcha contará con alas simbolizando los grandes desafíos que enfrentará el país a partir del año que viene: trabajo, salud, educación, medio ambiente, inflación, vivienda y derechos humanos.
Mientras que Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal, lideró una caravana de motos en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais (sudeste).
El desfile de motocicletas partió en horas matutinas de este sábado de la Avenida Álvaro Antônio, en el barrio Barreiro, y siguió hasta la plaza de la Libertad, región de la Savassi.
La víspera, ambos aspirantes al poder protagonizaron un último debate en TV Globo en el que ambos intercambiaron imputaciones sobre política exterior, salario mínimo, corrupción y aborto.
Según analistas, el líder petista ganó la apuesta al estar a la altura de un estadista con verbo mesurado.
En la discusión, Lula responsabilizó a Bolsonaro del aislamiento que enfrenta Brasil en el mundo y convertir al país en un paria.
«Brasil continuará como usted, solo», afirmó el exsindicalista, quien volvió a preguntar: ¿Qué vas a hacer para reinsertar Brasil en el mundo?
Bolsonaro no respondió de inmediato y Lula reiteró que el exparacadista «no tiene relación con ningún país del mundo…él sabe que nuestra política exterior (durante su administración de 2093-2011) fue la más eficaz», señaló.
El exdirigente obrero recordó que «Brasil era un gran protagonista internacional durante mi gestión…Nadie quiere conversar con Brasil y ningún país quiere recibir a Bolsonaro», recalcó el postulante del PT.
Desde el comienzo de la confrontación televisiva, Lula invitó a su adversario político que dejara de mentir ante el pueblo brasileño y volvió a comentar que «ningún presidente de ningún país quiere venir aquí», al aludir los roces que Bolsonaro tuvo con líderes mundiales por asuntos de políticas medioambientales.
La Justicia Electoral confirmó que Lula ganó la primera vuelta de sufragio del 2 de octubre con 48,43 por ciento de los votos válidos y Bolsonaro tuvo 43,20.
Ambos políticos disputarán el balotaje de mañana, al no lograr en ese primer pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación nacional para ser electo.
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