«Hoy posiblemente sea el día 30 de octubre más importante de mi vida y creo que es un día muy importante para el pueblo brasileño, porque hoy el pueblo está definiendo el modelo de Brasil que él desea, el modelo de vida que él quiere», afirmó Lula a la prensa después de sufragar.
El candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) repitió el gesto que hizo en la primera ronda del 2 de octubre y besó el comprobante de votación.
Fue al colegio electivo acompañado de su vice en la fórmula, el exgobernador Geraldo Alckmin; de su esposa, la socióloga Rosangela da Silva (Janja); de la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann; y del exministro y candidato al gobierno paulista Fernando Haddad.
Lula disputa la presidencia por sexta vez y es el primer abanderado de una federación partidista (Brasil de la Esperanza).
Creada en 2021, la alianza consiste en la unión de dos o más partidos que deberán actuar como si fueran uno solo por lo menos cuatro años.
Más de 156 millones de brasileños aptos para votar retornan a urnas en la jornada para elegir a su próximo presidente, en una contienda polarizada entre Lula y el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal.
El Tribunal Superior Electoral confirmó que el líder petista ganó el primer turno de sufragio con 48,43 por ciento de los votos válidos, mientras que el excapitán
del Ejército tuvo 43,20.
Como ninguno de los políticos logró en ese primer pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación nacional para ser electo, disputan el balotaje este domingo.
La Justicia Electoral también precisó que para designar al nuevo jefe del Ejecutivo 697 mil personas ejercerán su derecho en 181 ciudades del mundo.
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