El portal UOL asegura que después del fracaso electivo ante el mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva, el exmilitar perderá foro privilegiado y deberá tener secretos expuestos que lo enfrenten a tribunales, lo cual aumenta las posibilidades de responsabilidad penal.
No obstante, aclara el sitio, la llamada prerrogativa de foro por función (fuerza del cargo), toda y cualquier acción involucrando al jefe del Ejecutivo necesita tener relación con el mandato y tramitarse en el Supremo Tribunal Federal.
Para lo anterior, Bolsonaro debe ser denunciado por la Procuraduría General de la República y resulta necesario también que la Cámara de los Diputados entregue aval a un posible juicio de la corte.
Con el final del mandato iniciado en enero de 2019 (él es el primer presidente en perder un intento de reelección), procesos en curso que implican a Bolsonaro pueden ser atendidos judicialmente.
Además, las nuevas acciones podrían ser impulsadas por fiscales, dependiendo de la naturaleza del delito. Una posible orden de arresto no será desestimada.
Sin embargo, señala UOL, el probable destino de la mayoría de los procesos contra el excapitán del Ejército debe ser el archivo.
Por ejemplo, lo que ocurrió con la investigación sobre posible prevaricación ante denuncias de corrupción en la compra de vacunas durante la pandemia de Covid-19.
La pérdida del cargo sería un castigo natural para muchos de los procesos por el delito de responsabilidad y están en proceso de archivo en el Supremo.
Como Lula asumirá el poder el 1 de enero de 2023, la tendencia es que las acciones no prosperen a partir de entonces. Uno de los escenarios abiertos se refiere a las investigaciones bajo el mando del ministro Alexandre de Moraes en el ámbito de la supuesta actuación de milicias digitales contra la democracia.
La decisión sobre el resultado de la investigación, si se tiene en cuenta escenarios para el año que viene (en el que Bolsonaro será expresidente, sin foro privilegiado), dependerá del magistrado.
El exoficial también es investigado en el Tribunal Superior Electoral, del cual De Moraes es su timonel.
Lula ganó el balotaje de este domingo con 50,90 por ciento de los votos válidos, mientras que Bolsonaro obtuvo 49,10. En la primera ronda del 2 de octubre el exsindicalista recibió 48,43 y el exparacaidista 43,20.
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