Según el documento divulgado este martes por la agencia Reuters, en el caso de los consumidores industriales, la electricidad se limitará a 13 céntimos de euro por kilovatio-hora (kWh) aplicado al 70 por ciento del consumo del año anterior.
Mientras, para las personas naturales, los precios del servicio en cuestión se restringirán a 40 céntimos por kWh para el 80 por ciento del consumo básico, apuntó.
El texto amplió que la diferencia entre el precio de mercado y el tope, que entrará en vigor a partir del 1 de enero, será compensada directamente por los proveedores con una deducción mensual.
En medio de la crisis energética derivada del conflicto en Ucrania y las sanciones impuestas desde Occidente, la nueva medida se sumará a un tope en el precio del gas.
En este caso, el proyecto prevé que el freno al precio del gas entre en vigor en febrero, un mes antes de lo que se había esbozado.
Además, se habilitará un pago único para aliviar a los consumidores domésticos que el Gobierno pretende adoptar como parte de un paquete de 200 mil millones de euros anunciado previamente por el canciller alemán, Olaf Scholz.
La decisión de Alemania encuentra resistencias entre otros países de la Unión Europea, que criticaron a la considerada primera economía europea por “ir por su lado” y remarcar las diferencias entre los miembros ricos y los pobres.
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