Los cercos en vías están instalados por camioneros simpatizantes del excapitán del Ejército, en protesta contra la victoria en urnas del extornero mecánico Luiz Inácio Lula da Silva.
De acuerdo con el sitio El Antagonista, «están en el Palacio de la Alvorada (residencia oficial en Brasilia) el ministro de Justicia, Anderson Torres; el jefe de la AGU (Abogacía General de la Unión), Bruno Bianco, y el exministro de Defensa Walter Braga Netto».
También asisten el comandante de la Aeronáutica, teniente general del aire Carlos de Almeida Baptista Junior, y el exministro Rogério Marinho.
El Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó este lunes a la Policía abrir las carreteras federales bloqueadas. Según un balance divulgado por la Policía Federal de Carreteras, hay cierres en 227 autopistas federales.
«Las policías militares de los estados poseen plenas atribuciones constitucionales y legales para actuar ante esos ilícitos, independientemente del lugar en que ocurran, sea en espacios públicos y carreteras federales, estaduales o municipales», escribió el ministro Alexandre De Moraes, del STF.
Desde hace más de 36 horas, Bolsonaro guarda silencio tras su fracaso en las elecciones de segunda vuelta del pasado domingo referendo y sigue sin admitir el resultado ni tampoco ha llamado, como se acostumbra, al jefe de Estado electo.
En la primera vuelta del 2 de octubre, Lula, aspirante al poder por el Partido de los Trabajadores, ganó con 48,43 por ciento de los votos válidos, mientras que el gobernante de tendencia ultraderechista, quien codiciaba reelegirse por el Partido Liberal, tuvo 43,20 por ciento.
Como ninguno de los políticos logró en ese pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación para ser electo, disputaron el balotaje. De manera muy cerrada, el hijo de la clase obrera volvió a triunfar en la segunda ronda con un 50,90 por ciento frente al 49,10 del exmilitar.
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