Durante una reunión con los jefes de Gobierno de los estados federados, el canciller de ese país europeo, Olaf Scholz, informó que el límite al precio del gas quedará en 12 céntimos de euros por kilowatio/hora y el de la electricidad, en 40 céntimos.
Detalló que en el caso del gas se implantará a partir de febrero, como una solución de compromiso entre los planes del gobierno -que preveían hacerlo en marzo- y los poderes regionales -que insistían en que fuera incluso en enero.
Según lo acordado, la reducción ‘para hogares y pequeñas y medianas empresas con un consumo inferior a 1,5 gigavatios/hora al año será de 12 céntimos por kilovatio/hora y de 9,5 céntimos en el caso de la calefacción.
Este alivio mensual regular para los consumidores se calcula sobre el 80 por ciento del consumo del año anterior y requerirá una financiación de unos 33 mil millones de euros.
Mientras, en lo que respecta a la industria, el tope al precio de gas se introducirá en enero del año que viene y hasta abril de 2024.
Reducirá su coste a siete céntimos por kilovatio/hora (neto) para una cuota básica del 70 por ciento del consumo histórico de las empresas y requerirá unos 21 mil millones de euros.
Por otra parte, el Consejo de Ministros alemán acordó este miércoles que el Estado asuma en diciembre la factura del gas de los consumidores: una ayuda que beneficiará tanto a particulares como a pequeñas empresas con un coste aproximado de nueve mil millones de euros.
Estas medidas forman parte del paquete extraordinario de 200 mil millones de euros anunciado por Scholz en apoyo de los hogares y la industria, que ha sido criticado por otros países de la Unión Europea remarcar las diferencias entre los miembros ricos y los pobres.
lam/att
