Elevar la tasa de interés es la mejor forma que tenemos para bajar la inflación, aseguró el Comité de Política Monetaria de la entidad bancaria en un comunicado, donde señala que el incremento de los precios de los alimentos, la energía y de otros servicios está golpeando muy duro a la gente.
Aunque admitió que el alza de 0,75 puntos porcentuales con respecto al 2,25 por ciento anterior afectará el costo de los préstamos y de las hipotecas, el Banco de Inglaterra pronosticó que la inflación, que en octubre alcanzó el 10,9 por ciento, bajará a mediados del año próximo.
El ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, defendió el aumento de la tasa de interés, la cual, dijo, está subiendo en todo el mundo, como resultado de la tendencia alcista que siguen los precios después de la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania.
Lo más importante que puede hacer ahora el Gobierno británico es restablecer la estabilidad (financiera), sanear las finanzas públicas y reducir la deuda para poder mantener la tasa de interés lo más bajo posible, señaló.
El líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, advirtió, sin embargo, que la decisión del Banco de Inglaterra redundará en hipotecas más caras, mayor presión financiera sobre las familias, y más ansiedad para millones de personas.
Los Conservadores destruyeron la economía y la clase trabajadora es la que paga las consecuencias. Es hora de alcanzar la estabilidad económica con los laboristas (en el Gobierno), escribió Starmer en su cuenta de Twitter.
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