Puedo confirmar que no habrá elecciones para la Asamblea (Parlamento norirlandés) en diciembre, ni antes de la temporada festiva, anunció este viernes el ministro de Estado para esa provincia británica, Chris Heaton-Harris, en un comunicado.
El funcionario explicó que el plazo dado a los partidos norirlandeses para instalar el gobierno compartido por unionistas y republicanos, y nombrar a los directivos del órgano legislativo local expiró el 28 de octubre pasado, por lo que ahora tiene 12 semanas para fijar la fecha de los nuevos comicios.
Mi deber es crear el ambiente correcto para que los partidos de Irlanda del norte puedan trabajar juntos, y resolver los asuntos importantes que afectan a la población, afirmó Heaton-Harris, quien dijo que en los próximos días fijará el calendario electoral.
Como parte de los Acuerdos del Viernes Santo que en 1998 pusieron fin al sangriento conflicto armado en Irlanda del Norte, unionistas y republicanos deben compartir el poder.
Sin embargo, el Sinn Fein, que en mayo pasado ganó por primera vez los comicios regionales, no puede ocupar la jefatura del Gobierno, ni la Asamblea comenzar a sesionar, porque el Partido Unionista Democrático (DUP) se niega a nombrar a sus ministros y a ocupar sus curules en el Parlamento local.
El boicot político fue decretado por el DUP y demás fuerzas fieles a la Corona británica para presionar a Londres a que renegocie o revoque el llamado Protocolo Norirlandés firmado por el Reino Unido y la Unión Europea (UE) como parte del Brexit.
El acuerdo posbrexit tiene como objetivo evitar el establecimiento de una frontera física entre ambas Irlandas, pero establece que todas las mercancías procedentes de Gran Bretaña deben pasar controles sanitarios y aduaneros antes de entrar a Irlanda del Norte.
Esa disposición es rechazada por los unionistas, quienes ven peligrar la posición de la provincia británica como parte del Reino Unido.
La semana pasada, tras cumplirse el plazo para echar a andar las instituciones de gobierno, el líder del DUP, Jeffrey Donaldson, advirtió que la celebración de nuevas elecciones no resolverá el diferendo, y aconsejó a Londres dedicar ese tiempo a renegociar el acuerdo posbrexit con la UE.
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