“Aquí, siguiendo el ejemplo tuyo, padre Túpac Amaru, madre Micaela Bastidas, tu amada compañera (les digo): Me tendrán hasta el último día de mi mandato, porque mi pueblo así lo ha decidido”, manifestó en el acto realizado en el Palacio de Gobierno.
Reafirmó esa decisión cuando la oposición parlamentaria de extrema derecha y aliados de centro, apura el procedimiento para destituirlo e intenta una movilización de respaldo a ese empeño, que el Gobierno considera un golpe de nuevo tipo.
Castillo se dirigió, “del mismo modo y con la misma dignidad, a los peruanos que piensan diferente y a aquellos enemigos del pueblo” para responderles como lo hizo el rebelde inca cuando fue emplazado por el corregidor español José Areche, tras ser derrotada la rebelión.
Citó así la célebre frase de Túpac Amaru ante Areche: “Acá los únicos culpable somos tú y yo. Tú por oprimir a mi pueblo y yo por querer liberarlo”.
Recordó que José Gabriel Condorcanqui, nombre del héroe que adoptó el de otro luchador andino, se rebeló el 4 de noviembre de 1780 “contra la injusticia, la indignidad y el oprobio de la dominación colonial”.
Previamente, la ministra de Cultura, Betssy Chávez, evocó que Túpac Amaru II intentó lograr el reconocimiento de los derechos de su pueblo por la vía reformista, lo que fracasó, por lo que se alzó en armas e inició una lucha.
El mandatario dijo que el aniversario del inicio de aquella gesta se recuerda como “el símbolo de los cambios radicales que intentamos realizar” en los que se reafirmó.
“Para que no quede duda que seguimos su ejemplo, le decimos al histórico rebelde que los herederos de sus convicciones justicieras continuamos batallando contra la injusticia social, contra el hambre, contra la discriminación”, manifestó.
Aseguró que ha llegado al gobierno “para realizar el gran cambio que el Perú exige y demanda, aunque, guardando las distancias, sabemos que libramos una batalla tan desigual como la que experimentó el mismo Túpac Amaru, la cual superaremos y venceremos”.
Dijo también que los enemigos del cambio, los reaccionarios de siempre “pretenden doblegarnos con desinformación, falsas acusaciones y calumnias para que renunciemos a nuestra voluntad de cambio que el país necesita”, lo que pretenden es impedir que los humildes y los pobres estén al frente del país.
El homenaje al rebelde continuó en la Plaza de Armas (principal) de Lima, frente al Palacio de Gobierno, con un festival de música popular de contenido social.
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