Los demócratas (azules) desafiaron las predicciones de una paliza electoral la víspera, ganando un grupo de elecciones clave a la Cámara de Representantes, al Senado y a los gobernadores en todo el país, lo que frenó una pronosticada «ola roja» de los republicanos.
Aun con estas decepciones, la oposición podría salir con mayorías en ambas cámaras del Parlamento, advirtió el diario The New York Times.
Según avanza este miércoles el conteo, los azules aventajan en la Cámara Alta por apenas un escaño a los rojos al tener ya asegurados 48 puestos contra 47 sus rivales, pero necesitan obtener 50 más uno.
Mientras en la Cámara Baja son los oponentes los que aparecen en la delantera, con 197 butacas seguras, mientras los azules reportan 172, aunque. tienen que alcanzar 218 escaños de los 435.
Para mantener el dominio de la Cámara Alta, los demócratas necesitan que dos de sus titulares en peligro, Mark Kelly, de Arizona; y Catherine Cortez Masto, de Nevada, conserven su ventaja.
De acuerdo con las proyecciones, Kelly lidera su carrera, con el 66 por ciento de los votos escrutados: mientras que Cortez Mastro iba por detrás, con el 75 por ciento de las papeletas contadas.
Si solo uno de los dos se impone, el objetivo demócrata dependerá de que los últimos sufragios en Georgia lleven al senador Raphael Warnock a superar el 50 por ciento requerido.
Una segunda vuelta en esa apretada contienda en diciembre cautivaría al país, de la misma manera que ocurrió con dos repechajes en el Senado de Georgia a principios de 2021 que determinaron la actual mayoría para los del partido en el poder.
Finalmente, una perseguida victoria del vicegobernador de Pensilvania, John Fetterman, sobre el médico Mehmet Oz, respaldado por el expresidente Donald Trump, hizo que un escaño del Senado pasara de ser republicano a demócrata.
Mientras dos legisladores azules en funciones, Maggie Hassan, de New Hampshire; y Michael Bennet, de Colorado, ganaron la reelección de forma convincente, apuntó el periódico. Ambas competencias se consideraban potenciales presagios de un golpe republicano.
Sin embargo, en Ohio y Carolina del Norte, dos rojos apoyados por Trump lograron el triunfo.
El escritor e inversor J.D. Vance derrotó a su contrincante demócrata, el representante Tim Ryan, por seis puntos porcentuales en Ohio; y Ted Budd ganó el escaño de Carolina del Norte, que deja vacante el saliente Richard Burr.
Según el reportó el Times en la lucha por la Cámara Baja, el conteo dio este miércoles pérdida para la titular demócrata Elaine Luria, de Virginia, pero su derrota fue igualada por la de un veterano republicano, el representante Steve Chabot, en Ohio.
El Partido Republicano también se alzó en Florida con dos escaños vacantes en la Cámara de Representantes por parte de los demócratas; el senador Marco Rubio de llevó la reelección lo mismo que Ron DeSantis en la gobernación. Ese sureño estado se vistió de rojo.
Con escaños aun en juego en Nueva York y varios estados del oeste, el control de la Cámara de Representantes no está decidido y, de hecho, podrían pasar varios días antes de que se anuncie allí la próxima mayoría.
Además de las legislativas, los votantes estadounidenses determinaron en estas intermedias qué partido controlaría 36 gobernaciones y una serie de puestos estatales.
El presidente Joe Biden podría enfrentarse a un país todavía más dividido y a una pérdida de poder que cambiaría su agenda y quizás modificaría su futuro político pues cumplirá 80 años dentro de 11 días y se especula aquí que pronto decidirá si se presenta a la opción de un segundo mandato.
Dos tercios de los votantes encuestados en un sondeo a pie de urna de NBC News dijeron que no quieren que Biden vuelva a presentarse.
Lo cierto es que Estados Unidos salió de estas elecciones intermedias como entró: un país ferozmente dividido que sigue anclado en un estrecho rango del espectro que ofrecen «burros y elefantes».
mgt/dfm