Como para (im)presionar a su rival, la selección norteamericana atacó temprano y fabricó sus cinco carreras en el mismo episodio inicial y del resto se encargaron los integrantes de su cuerpo de lanzadores, que siguió fino ante el líder del grupo A en la fase anterior.
De hecho, el alto mando ganador respetó los cánones del béisbol moderno y –pese a la ventaja- utilizó su bullpen sin temor a equivocaciones, por ello la actuación de cuatro lanzallamas versus un conjunto canalero que apenas disparó tres hits y se tomó ocho ponches.
Finalmente, el éxito quedó en la biografía del segundo relevista Vaughn Neckar (2.0, 0C, 0H, 3K, 3BB), aunque también mostraron aptitudes el abridor Talan Bell (3.0, 1H, 0C, 3K, 3BB), Mavrick Rizy (1.0, 1C, 1H, 1K, 1BB) y Mathew Champion (1.0, 1C, 1H, 0K, 3BB).
Adrián Ardines, en tanto, cargó con el revés después de una efímera apertura de un tercio, dos cohetes, tres anotaciones limpias, un boleto e igual cifra de retirados por la vía de los strikes en el box del estadio Arturo C. Nahl.
Horas antes, Nicaragua venció a Puerto Rico (2-1) gracias al talento de sus serpentineros y el temple necesario para sacar outs en los momentos cumbre, además de una ofensiva productiva en función de esconder las carencias de tacto y poder.
Los abridores caminaron la ruta completa: Francisco Robleto (7.0, 1C, 6H, 1BB, 9K) salió feliz del espacio deportivo; en tanto, Bryan Joel Rivera (6.0, 2C, 3H, 8K, 1BB) también logró una faena extraordinaria antes de la tristeza en el cierre del “dual meet”.
Las rayas de los pinoleros cayeron igual en el primer episodio, mientras los puertorriqueños pisaron el “home plate” solamente en el segundo acto, a pesar de disparar más incogibles -seis por tres de los ganadores- y recibir un boleto.
El lunar negro del partido resultó la defensa: tres errores de los nicas y uno de los boricuas en la grama sintética de la instalación, en duelo de pitcheo con apenas dos bases por bolas entre ambos planteles.
Así, Estados Unidos (3-0) lidera sin fisura la zona élite, por delante de Panamá (1-2), Nicaragua (1-2) y Puerto Rico (0-3), aunque resta esperar el desafío entre Venezuela (1-1) y México (1-1) para aclarar aún más el panorama.
El Campeonato Panamericano de marras tendrá lugar hasta el domingo 13 de noviembre y entregará cuatro cupos a la Copa Mundial U18 del año venidero, todavía sin sede definida.
Desde el punto de vista histórico, Cuba es el máximo ganador, con ocho títulos –siete consecutivos de 1997 a 2007- y dos subliderazgos, por delante de Estados Unidos (cinco-tres-cuatro) y México (uno-uno-uno), los restantes monarcas de la competición fundada en 1995.
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