En la jornada de esa cita de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites), que se extenderá hasta el venidero 25 de noviembre, los expertos decidieron incluir ese ejemplar en el Apéndice II, que endurece las normas para su compra-venta.
La propuesta a nombre de representantes de Colombia, Honduras y Paraguay subraya que en el Apéndice II figuran especies que no están necesariamente en peligro de extinción, pero podrían llegar a estarlo si no se controla estrictamente su comercio.
El árbol de Guayacán es una especie longeva de crecimiento lento, y en algunos países es comercializado principalmente por su madera y resina, así como para fines medicinales, por lo que están apostando a un uso más sustentable.
La iniciativa incluyó a todos los árboles de los géneros Handroanthus, Roseodendron y Tabebuia, conocidos comúnmente como Ipe, Primera, Guayacán y Araguaney, según el país.
En la COP19 Panamá también impulsó acciones para proteger otras especies maderables como el Cocobolo (Dalbergia retusa), cuyo principal mercado es China.
Con ese fin, el Ministerio de Ambiente entregó un estudio científico que sustenta la solicitud ante el organismo internacional e incluyó en qué consiste la prohibición, el inventario existente, los controles de cosecha y los sistemas de monitoreo, entre otros puntos.
Acerca de la COP19, la secretaria general de Cites, la panameña Ivonne Higuero, catalogó la reunión como la más importante a nivel global sobre la protección de la fauna y flora silvestres.
Este encuentro, recordó, tiene lugar en momentos de crisis planetaria, problemas de contaminación, de cambio climático y pérdida de la biodiversidad.
lam/ga