Ambas medidas constituyen la piedra angular del proyecto de presupuesto que presentó Hunt este jueves ante el Parlamento, y que para muchos, constituye una versión mejorada del plan de la austeridad defendida por los conservadores desde su llegada al poder en 2010.
En su discurso en la Cámara de los Comunes, el funcionario admitió que al igual que otros países, el Reino Unido está en recesión, pero afirmó que trató de ser justo a la hora de diseñar el nuevo plan presupuestario, para que el impacto del estancamiento economía sea lo más leve posible.
De acuerdo con el titular de Hacienda, el alza impositiva y la reducción del gasto público permitirán ahorrar 55 mil millones de libras esterlinas (65 mil millones de dólares), que serían usados para rellenar el déficit fiscal provocado por los paquetes de ayuda entregados durante la pandemia de Covid-19.
Los salarios asumidos por el Gobierno, la campaña de vacunación y la respuesta del Servicio Nacional de Salud hicieron que nuestro país se sintiera orgulloso, pero todo eso hay que pagarlo, aseveró.
La propuesta del Ejecutivo liderado por el primer ministro Rishi Sunak baja a 125 mil libras anuales el ingreso anual a partir del cual se debe comenzar a pagar un 45 por ciento de impuesto sobre la renta, en lugar del monto de 150 mil libras fijados hasta el momento.
También se eliminará a partir de abril de 2025 la actual exención del pago del gravamen de carretera para los vehículos eléctricos, y se congelará hasta 2028 el umbral de ingresos libre de impuestos y de las contribuciones que deben hacer los empresarios a la seguridad social.
Según adelantó Hunt, desde 2028 se aumentará al 35 por ciento el monto del impuesto único que deberán pagar las compañías energéticas por sus ganancias extraordinarias.
Como nota positiva, el ministro de Hacienda dijo que se incrementará a 10.42 libras la hora (12,33 dólares) el salario mínimo de los empleados mayores de 23 años, y se aumentará el presupuesto de las escuelas y de la salud pública, al tiempo que las pensiones y los beneficios subirán acorde a la inflación.
El plan económico del Gobierno no fue muy bien recibido por la oposición, los sindicatos ni los empresarios.
El líder laborista Keir Starmer dijo que el Reino Unido lo que necesita es un plan dirigido al crecimiento, y una economía que funcione para la clase trabajadora.
La secretaria general del Sindicato Nacional de Educación Mary Bousted, consideró, por su parte, que el proyecto de presupuesto demuestra la escala del fracaso del Gobierno conservador a la hora de hacer crecer la economía.
La directora de las Cámaras de Comercio Británicas, Shevaun Haviland, advirtió, a su vez, que las medidas anunciadas por Hunt no aumentarán la confianza del empresariado.
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