La cuestión de confianza, de negarse, precipitará la renuncia colectiva del gabinete ministerial encabezado por Torres y, según la constitución, de repetirse el desenlace, el presidente Pedro Castillo quedará facultado para disolver el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas.
Sin embargo, Torres, en su discurso ante el pleno congresal, dijo reiteradamente que la intención del proyecto de ley presentado de ninguna manera es disolver el Parlamento y que solo apunta a restablecer un derecho del pueblo a la participación política y el equilibrio de poderes y facultades entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El legislador progresista Guillermo Bermejo explicó que el Parlamento ostenta una especie de derecho a veto al referendo , pues ha recortado la opción de reunir las firmas de 10 por ciento de los electores para la convocatoria a la consulta, al disponer que el resultado se someta a la aprobación congresal.
Argumentó que «el poder constituido no puede estar por encima del poder originario» ni los representantes pueden prevalecer sobre los representados.
Torres dijo también que el proyecto presentado cumple el requisito de estar en función de las políticas gubernamentales, en concreto el de participación política ciudadana, y el Legislativo debe debatirlo en el presente y próximo pleno y dar su respuesta.
El primer ministro comunicó la semana pasada la decisión de comparecer ante el Congreso para presentar una cuestión de confianza para la anulación de una ley que recortó las posibilidades del Ejecutivo de usar esa herramienta ante la obstrucción de la gestión gubernamental.
El presidente opositor del Legislativo, José Williams, le respondió que puede presentarse ante el Congreso, pero su planteamiento “es inadmisible” por afectar una ley de rango constitucional.
Ante ese precedente, Torres negó que la norma tenga ese rango de protección y afecta el equilibrio de poderes, y advirtió que el Gobierno podrá dar por negada la confianza ante cualquier forma de descarte del proyecto, pues la constitución establece el concepto de “rehusar” la confianza y no el de rechazarla explícitamente.
Tras subrayar la necesidad de restablecer el equilibrio entre el Ejecutivo y el Legislativo, pidió a los congresistas que “Trabajemos conjuntamente con el único propósito de facilitar la gobernabilidad en beneficio de toda la población, en especial, en beneficio de los más pobres”.
El planteamiento de Torres sorprendió al Parlamento, que no reaccionó de inmediato. Su presidente, Williams, suspendió la sesión hasta esta tarde, cuando el pleno tratará el tema.
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