ESCÁNER: De Uruguay a Qatar, el mismo deporte, mucha innovación (I de IX)
ESCÁNER: México en busca de gloria en Mundial de Fútbol (II de IX)
ESCÁNER: Qatar 2022, África quiere desafiar la historia (III de IX)
ESCÁNER: Balón al ruedo, la apuesta de Asia en Qatar 2022 (IV de IX)
ESCÁNER: Para Francia, solo la gloria cuenta (V de IX)
ESCÁNER: Qatar 2022, Brasil por beber fútbol en una sexta copa (VI de IX)
ESCÁNER: Argentina respira fútbol (VII de IX)
ESCÁNER: Furia Roja, ilusiones y realidades (VIII de IX)
Sin perder su mística ancestral, pero atestada de aires contemporáneos, la nación abrió sus puertas y recuerda -cada pocos metros- que estamos en el mejor lugar posible si el deseo es disfrutar entre la magia de los goles y las gambetas.
Hasta la saciedad, la locución “Now is all” -eslogan del evento- se encarga de situarnos en tiempo y espacio, mientras La’eeb -nombre de la mascota oficial- juega su papel de promocionar con un ingenio adorable.
La temperatura, cercana a los 35 grados Celsius, demuestra que los organizadores tuvieron su cuota de razón al variar las tradicionales fechas -entre junio y julio- y que el invierno en el Medio Oriente ayudará a que los jugadores no flaqueen a causa del calor.
Por demás, los responsables instalaron costosos equipos para climatizar las instalaciones, uno de los proyectos que convierten la sede en la más cara de la historia, pues la nación árabe no dudó en hacer uso de su poderío económico y acumula más de 220 mil millones de dólares en gastos, una cifra grotesca desde cualquier ángulo.
Como en el pasado, el certamen legará desde este 20 de noviembre un fértil caldo de cultivo para historias sobre héroes y villanos en el pasto verde, esos mismos que lucharon durante varios meses sus tickets en un ambiente sui géneris, por culpa de la Covid-19.
Buena parte del proceso clasificatorio aconteció lejos de lo acostumbrado: estadios vacíos, silencio en las gradas, mascarillas en los rostros, temor a contagios, medidas sanitarias…, pero se le plantó cara a la desgracia y aquí están las 32 selecciones aspirantes al título.
Dicho esto, ajusten los calendarios y estabilicen los niveles de adrenalina, que un vendaval de fútbol se acerca y cada fracción de segundo cuenta.
¿Brasil? ¿Francia? He ahí dos opciones muy apostadas y objetivas. Un par de planteles que por tener, lo tienen todo, incluso ausencias -ejemplos Gabriel Jesús y N’Golo Kanté- que serán suplidas sin cuotas de desconfianza.
En el papel, la “canarinha” luce favorita: líder del ranking de la FIFA y la eliminatoria de Conmebol en calidad de invicta, y dueña de una plantilla pletórica de jugadores top, algunos desequilibrantes como pocos.
A Neymar, megaestrella del proyecto del entrenador Adenor Leonardo Bacchi, “Tite”, se unen cracks de la talla de Vinícius, Casemiro, Rodrygo, Gabriel Jesús, Fabinho, Thiago Silva, Éder Militao, Alisson Becker, entre otros.
Punto negativo: Ningún equipo ha logrado la corona al enfrentar la lid como número uno en el listado del orbe. Ni tan siquiera la nación del “jogo bonito” -máxima ganadora de siempre, con cinco copas- en tres oportunidades anteriores. ¿Será una maldición?
¿Cábala? Brasil es el único país sudamericano que ha ganado un Mundial fuera de su continente. Tal proeza aconteció en Corea del Sur-Japón 2002… ahora existe la posibilidad de repetir la proeza.
En la otra esquina, de azul, está Francia, rey vigente, con el núcleo de la plantilla que pavoneó un estilo efectivo en Rusia 2018. Para colmo, Didier Deschamps sigue siendo el míster y guarda en sus hojas de anotaciones la fórmula para vencer.
Las figuras indiscutibles son Karim Benzema, flamante Balón de Oro, y Kylian Mbappé, uno de los delanteros más temidos en la actualidad. Pero hay más. Resulta difícil que no cause pavor una selección que integren también Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann, Raphael Varane, Aurélien Tchouaméni, Lucas Hernández, Hugo Lloris… ¿seguimos?
Empero, los galos no viven sus mejores noches y quedaron fuera de las semifinales de la Liga de Naciones 2022-2023 y, lo que es peor, su apuesta colectiva no convence como un par de años atrás. “No creo que sea un naufragio”, espetó un día Deschamps en medio de una tormenta de cuestionamientos.
Podcast Qatar 2022: apuestas y favoritos
Y mientras se extraña la presencia de la todopoderosa Italia, la lista de candidatos exhibe otros nombres: Alemania, Bélgica, España, Inglaterra, Países Bajos y Argentina, cuya mención en último lugar no responde directamente a cuestiones de poderío.
Los organizadores “tiraron la casa por la ventana” y la citada inversión entra en el plano de lo irracional, máxime si se recuerda que Brasil 2014 costó 15 mil millones -una barbaridad en aquel momento- y Rusia 2018 cerró en 11 mil 600, según el portal online Statista, especializado en estos menesteres.
El tema alcanza matices cuasi increíbles si se compara con las ediciones de Estados Unidos 1994 (apenas 500 millones), Francia 1998 (dos mil 300), Japón-Corea del Sur 2002 (entre ambos utilizaron siete mil millones), Alemania 2006 (cuatro mil 300), Sudáfrica 2010 (tres mil 400), entre la muestra analizada.
Imagine que solo en materia de estadios la apuesta estuvo entre los seis mil 500 y los 10 mil millones, y los números crecieron de forma exponencial en la construcción de hoteles, una sofisticada red de metro -37 estaciones en 76 kilómetros- y aeropuertos, por solo citar algunas megaobras.
Vale acotar que el Mundial deviene golpe de impulso al plan de ampliación de la península hasta el 2030, y varias de las estructuras tendrán carácter social recién baje el telón de la muy esperada fiesta del balompié, en el -geográfica y demográficamente hablando- territorio más pequeño en acoger el torneo cuatrienal.
Llegó la hora de escribir nuevos capítulos en la historia del fútbol. Las páginas en blanco están listas… a la espera de los acontecimientos. ¿El objetivo? ¡Conquistar la gloria! Reto que demandará múltiples esfuerzos en el primer país árabe en asumir la magna lid, pese a las críticas y los detalles sui géneris.
¿Cuál equipo levantará el trofeo? ¿Messi cumplirá su gran anhelo? ¿Los galos repetirán el triunfo? ¿Brasil responderá a las expectativas? Cada interrogante será despejada, mientras toca respirar profundo a la espera de la cita más prestigiosa del fútbol, esa maquinaria que desata pasiones inverosímiles.
arb/lp/jdg